Un problema que afecta a multitud de personas, y que padecen más las mujeres que los hombres. El hinchazón de algunas partes de nuestro cuerpo como piernas o tobillos es uno de los signos de que nuestro cuerpo está experimentando una retención de líquidos.
A continuación conoce en profundidad lo que es la retención de líquidos, sus causas, sus síntomas y sobre todo, conoce como puedes reducir este problema de una manera natural.
¿Sabes qué es la retención de líquidos?
Como hemos comentado anteriormente, es un problema que causa inflamación o hinchazón en algunas partes del cuerpo. También conocido como edema, se manifiesta por producirse un aumento del volumen del líquido intersticial, es decir, acumulación excesiva en los tejidos. Algunas partes de nuestro organismo se hinchan y esto se debe a un exceso de líquido que se queda atrapado entre las células.
Cuando retenemos líquidos, nuestro organismo interpreta que no está recibiendo suficiente hidratación y decide activar un mecanismo de defensa que consiste en acumular líquidos para así evitar un desajuste.
Este problema se intensifica en épocas donde las temperaturas son más altas, como por ejemplo en verano, debido al calor.
No debes confundir la retención de líquidos con un aumento de peso. Una prueba que puede funcionar es presionar un dedo en la zona donde veas que tienes hinchazón, como por ejemplo, un tobillo, si al levantar el dedo, aparece una zona blanca que va desapareciendo poco a poco es probable que tengas retención de líquidos.
¿Cuáles son sus síntomas?
El principal síntoma de la retención de líquidos, como ya se ha mencionado anteriormente, es la hinchazón en algunas partes de nuestro cuerpo como piernas, tobillos y brazos (principalmente).
Aunque también se puede manifestar de la siguiente manera:
- Fatiga.
- Cansancio en todo momento.
- Una pesadez general en el cuerpo.
- Aumentar de peso sin motivo aparente.
- Aumento del perímetro abdominal.
- Sentir que la ropa o los complementos (como anillos, pulseras y collares) te aprietan.
- Aparición de fóvea, que se conoce cuando presionamos con un dedo nuestra piel y se nota un hundimiento que permanece durante un tiempo después.
Conocer y reconocer las causas junto con un especialista, hará que se pueda abordar el problema lo antes posible y conseguir evitarlo o reducirlo.
¿Y sus causas, cuáles son?
Se produce debido a diferentes factores y es cierto que se puede producir en cualquier edad pero que es mucho más común según se aumenta la edad.
¿Cuáles son esos problemas que causan la retención de líquidos?
- Hidratación no adecuada o insuficiente. Mucha gente piensa que beber agua contribuye a la retención de líquidos, cuando en realidad es completamente al revés, no debemos dejar de beber agua.
- Realizar poca o ninguna actividad física. Esto unido a estar muchas horas sentado o de pie en el trabajo incrementa la posibilidad de sufrir una retención de líquidos.
- El exceso de sal en las comidas. La alimentación es una parte muy importante que beneficiará o no la aparición de este problema.
- Cambios hormonales que se producen durante la menstruación, el embarazo o incluso también la menopausia. Es por ello, que se dice que es mucho más común en las mujeres que en los hombres.
- Existen también algunos medicamentos que favorecen la aparición de retención de líquidos.
De manera general, estas son algunas de las causas que se pueden dar, obviamente no todas las personas son iguales y por tanto no son estos los desencadenantes en todas las personas.
La alimentación es muy importante
La buena alimentación, como en cualquier momento de nuestra vida, es indispensable para sentirnos y estar mucho mejor tanto por fuera como por dentro.
Es por ello que para la retención de líquidos, también es importante alimentarse bien y prestar atención a determinados alimentos que podemos o no podemos tomar para eliminar este problema.
¿De qué alimentos hablamos?
- Alimentos que tengan sal. Evita condimentar demasiado tus comidas con sal y no consumas en exceso aquellos que estén excesivamente salados.
- Alimentos con un alto contenido en sodio. La reducción de sodio equivale a una reducción en la retención de líquidos. Los alimentos procesados o ultraprocesados, por ejemplo, son los que más sodio contienen.
- Añade alimentos que contengan Vitamina B. Estos pueden contribuir a la reducción en la retención de líquidos.
Las frutas y verduras frescas, destacando el calabacín, el kiwi, los espárragos, el pepino, la piña o el melón, entre otros, ayudarán a eliminar mejor los líquidos.
¿Qué soluciones hay frente a la retención de líquidos?
Como hemos comentado anteriormente, la alimentación es fundamental y en gran parte, lo que comemos o no comemos, puede desencadenar multitud de problemas para nuestra salud. Un consejo que puedes aplicar: si te gusta la comida sabrosa, pero está claro que la sal no favorece en la desaparición de retención de líquidos, puedes utilizar especias y condimentos diferentes para dar mucho más sabor a tus recetas.
Mantente activo, muévete, el ejercicio es el mejor aliado para mantener una buena salud. Puede que pases demasiadas horas de pie sin moverte o demasiadas horas al día sentado. Haciendo ejercicio consigues movilizar los líquidos de tu cuerpo, eliminas desechos a través del sudor y de la orina y además tu energía aumenta considerablemente.
Otros pequeños consejos que puedes incluir en tu día a día:
- Utiliza ropa que te sea cómoda y evita aquella que pueda ser muy apretada.
- Duerme 8 horas al día.
- Si te gusta el agua, puedes hacer movimiento con las piernas.
- Los masajes, la presoterapia y otros tratamientos similares podrán ayudarte también a reducir la retención.
- Las medias de comprensión pueden ayudarte más de lo que piensas.
Por último, utilizar suplementos alimenticios naturales que complementen esa ayuda, como es el caso de los productos de Siluet: Cellblock y Garcinia + Té Verde.
Ambos productos contienen ingredientes, completamente naturales, que están indicados para personas que tengan retención de líquidos, celulitis o volumen en piernas y glúteos.
Por supuesto, pueden existir casos más graves que, al margen de todas estas indicaciones anteriores, no mejoren y entonces ya habrá que acudir a un médico especialista para solucionarlo.
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